Correr mejor, no solo más: claves para entrenar con sentido y prevenir lesiones

Luis del Águila | Fisiología del Ejercicio

Cuando se habla de entrenamiento de running, solemos centrarnos en ritmos, volumen y series. Pero si el objetivo es progresar con continuidad y sin lesiones, hay dos aspectos fundamentales que no se deben pasar por alto: autorregular la carga de entrenamiento y entrenar la fuerza para mejorar las debilidades musculares. En esta entrada te explico por qué estos dos pilares son esenciales para cualquier corredor que quiera entrenar mejor y con más salud.


¿Estoy progresando o me estoy pasando?

Uno de los errores más frecuentes entre corredores es forzar el cuerpo sin considerar si puede asimilar esa carga. Entrenar fuerte no siempre significa entrenar bien. Saber leer las señales del cuerpo es clave para no cruzar esa línea que separa el estímulo útil del sobreentrenamiento.

🔍 Señales que indican una carga adecuada:

  • Has terminado con buena sensación, no agotado.
  • Podrías haber hecho una repetición más sin comprometer la técnica.
  • Te recuperas bien al día siguiente.

Entrenar con cabeza significa entender que la constancia sin interrupciones vale más que una semana heroica seguida de una lesión. Guarda las sesiones más intensas para días clave y prioriza la recuperación activa. A largo plazo, la progresión viene de la suma de semanas bien hechas, no de días aislados a tope.


Fuerza para corredores: mucho más que levantar pesas

Entrenar fuerza no es solo para levantar más kilos. En corredores, la fuerza cumple una función clave en la prevención de lesiones y en la mejora del gesto técnico de carrera. El trabajo bien enfocado mejora tu estabilidad, tu economía de carrera y tu capacidad de sostener ritmos con menos fatiga.

¿Por qué la fuerza es fundamental?

  • Reduce el riesgo de lesiones musculares y articulares.
  • Aumenta la tolerancia a la carga del entrenamiento aeróbico.
  • Mejora la activación muscular específica para el gesto de carrera.

Un corredor que entrena fuerza con intención desarrolla un sistema nervioso más eficiente, capaz de activar el músculo correcto en el momento preciso. Eso es lo que llamamos control neuromuscular: la verdadera clave para correr bien.


Técnica y control neuromuscular: el puente entre la fuerza y la eficiencia

El control neuromuscular es la capacidad del sistema nervioso para coordinar los músculos implicados en el gesto de carrera. Si este control está alterado, aunque tengas fuerza, el movimiento será ineficiente… o directamente lesivo.

💡 Un ejemplo muy común:

Si tu glúteo mayor está inhibido o débil, tu cuerpo compensará con los isquiosurales. Resultado: sobrecarga en los isquios, técnica deficiente, y mayor riesgo de lesión.

✅ Cómo entrenar el control neuromuscular:

  • Ejercicios de fuerza con patrones de movimiento específicos y enfocado hacia la biomecánica muscular (extensión de cadera, estabilización de rodilla, etc.).

Cuando hay control neuromuscular, obtienes un movimiento más limpio, estable y eficiente.


Conclusión: menos lesiones, más calidad, mejor carrera

No se trata solo de sumar kilómetros. Correr mejor requiere un enfoque más inteligente: escuchar el cuerpo, ajustar la carga según tu contexto, y entrenar fuerza de forma específica para correr bien y sin molestias.


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Formación

Luis del Águila

• Doctor en Fisiología.
  (Penn State University, USA).
• Fellowship.
  (Harvard Medical School, USA).
• Licenciado en Bioquímica. 
  (Universidad de Navarra, Pamplona)
• Recordman Nacional Master
• Medallista Internacional Master
• Campeón de España Master
• Campeón Regional Absolut
• Apasionado del Entrenamiento

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