Siempre disfruto mucho entrenando, pero esta semana está siendo especial. A pesar de no estar haciendo grandes cosas, sí estoy teniendo fantásticas sensaciones corriendo, con muchas ganas de seguir mejorando, y con una motivación por las nubes. Siete días seguidos corriendo, con el mar de fondo, y la tranquilidad de estar de vacaciones. Los entrenamientos son sencillos, cortos, y sin grandes ritmos. Normalmente únicamente 5 ó 6 km, empezando muy suave, a ritmos de 4´30¨, y en los días en los que las piernas se me van, voy aumentando progresivamente para acabar a ritmos más vivos.
Las cosas cambian cuando compartes entrenamiento con atletas como Juan Cuadrillero. Aunque en principio la idea sigue siendo la misma, al final siempre terminas haciendo más tiempo, y la mayoría de los km a ritmos más elevados de lo habitual. Fue lo que me ocurrió ayer, con un total de 12 km, en progresión, empezando a ritmos ¨suaves¨, pero terminando a 3´40¨. Aunque hoy me he levantado con ganas de volver a correr, he preferido descansar, atarme a la cama, y regenerar bien el entrenamiento ¨exigente¨ de ayer. Las sensaciones de hoy son buenas, con muchísimo tono muscular, y lo mejor de todo, el cuerpo respondiendo perfectamente con ausencia de dolor. El entrenamiento de hoy es el descanso, que en muchas ocasiones es el día más importante, para mañana continuar con el objetivo de mejorar día a día, con cabeza, y disfrutando al máximo de los entrenamientos.