Estos días he estado revisando mis datos de test de lactato del año 2012, uno de mis mejores años atléticos. Aunque hay mucha bibliografía científica en relación a los umbrales aeróbicos (Lactate Threshold, LT) y anaeróbicos (Anaerobic Individual Threshold, IAT) para la mejora del rendimiento deportivo, todavía quedan muchas dudas y cuestiones a estudiar. Además, todavía no entiendo cómo los entrenadores no utilizan estos datos, que desde mi punto de vista son críticos a la hora de programar un entrenamiento exitoso. Ya no sólo a nivel del atletismo popular, sino que en muchos casos incluso en el atletismo de élite el test de lactato es subestimado y muy poco utilizado. No estoy diciendo que el LT y el IAT sean la panacea del entrenamiento, pero sí son una herramienta imprescindible de trabajo para el entrenador y el atleta. Adjunto datos de mis umbrales en el año que corrí en 30´09¨ y en 14´31¨ en 10.000 y 5.000 m.l. respectivamente. Dicho de otra manera, para correr en 30´ pelados en pista estos son los ritmos de entrenamiento que han de hacerse, con los niveles de lactato LT Y IAT correspondientes. La controversia está servida.
Entrenamiento, herramienta para la mejora del rendimiento, pero solo si la intensidad es milimétricamente ajustada.
El entrenamiento es la herramienta que tenemos para mejorar no solo nuestro rendimiento, fundamentalmente a través de la adaptación generada en el músculo. Ahora bien,