POR QUÉ MI RENDIMIENTO EN COMPETICIÓN NO ES EL ESPERADO

Empezamos las primeras competiciones de la temporada, con enormes ilusiones, proyectos, metas y objetivos. Es muy habitual, aunque no siempre, no alcanzar el objetivo deseado. Sin embargo, la dureza extrema inherente al atletismo hace que al día siguiente nos levantemos con más ganas, si no con más todavía que antes de la competición para seguir luchando por hacer nuestra marca. Este aspecto es en sí una de las grandezas de nuestro deporte, además de valores extraordinarios como constancia, trabajo duro, perseverancia, compañerismo, lucha diaria, y un largo etcétera con los que estoy seguro que todos los lectores se sienten identificados. No obstante, conviene reflexionar sobre por qué en determinadas ocasiones no hacemos la marca deseada y buscada. Equivocarse es humano, y rectificar de sabios.

Hoy es martes, y toca responder a preguntas de los lectores que pueden ser de interés general.

Pregunta: Por qué he corrido en 1h14´ la Behobia cuando mis entrenamientos dicen que estoy para hacer 1h11´.

Respuesta: En primer lugar hemos de ser conscientes que para conseguir un objetivo han de darse las condiciones perfectas, nada puede fallar. Yo diferenciaría factores externos y los internos al atleta. Si comenzamos con los primeros, probablemente el más importante sea la climatología adversa. Sin ir más lejos, este fin de semana, hemos tenido temperaturas cercanas a los 30º, desde luego no las mejores para competir. Con respecto a los factores internos, yo destacaría uno por encima del resto. Normalmente el atleta sale a un ritmo suicida en los primeros km de una competición, algo que desde luego no es nada beneficioso para conseguir el objetivo. Pues bien estos dos factores se cumplieron en el atleta que hace la pregunta. Con una temperatura extrema para correr 20 km, y además saliendo a un ritmo de 3´20¨ el primer km tenemos todas las papeletas para que el rendimiento en carrera no sea el esperado.

El mensaje creo que es claro en ambos aspectos. En el externo y no controlable, hemos de ajustarnos a las condiciones del día de la competición en lugar de obsesionarnos con una marca sí o sí. El segundo, es conveniente ser un poco más cerebral, menos emocional, y ser conscientes de que en el atletismo los milagros no existen. Seguro que nuestro rendimiento, y también disfrute, será mucho mayor si salimos al ritmo de carrera adecuado, que saliendo muy fuerte para después tener que ir regulando.

Para hacer una marca, las condiciones han de ser óptimas, no es fácil, hemos de buscar las condiciones idóneas, el día perfecto y nosotros como atletas tenemos que dar lo mejor, tanto desde el punto de vista emocional como cerebral.

No obstante, y como he comentado anteriormente, la dureza que transmite el atletismo hace que el atleta tenga unos valores difíciles de definir, los cuales permiten que con constancia, trabajo y paciencia todo llegue.

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Luis del Águila

• Doctor en Fisiología.
  (Penn State University, USA).
• Fellowship.
  (Harvard Medical School, USA).
• Licenciado en Bioquímica. 
  (Universidad de Navarra, Pamplona)
• Recordman Nacional Master
• Medallista Internacional Master
• Campeón de España Master
• Campeón Regional Absolut
• Apasionado del Entrenamiento

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