Esta mañana he vuelto a disfrutar por las calles de Madrid, con amigos, espectacular ambiente, y haciendo lo que más me gusta, correr. Tal y como era de esperar, el ritmo de salida muy rápido, sensaciones muy buenas. Rodeado de atletas de enorme nivel, amigos a los que hacía mucho tiempo que no veía, algunos de ellos de fuera de Madrid, y emocionado por mi vuelta a las calles de Madrid un domingo por la mañana.
Los entrenamientos de esta semana han ido encaminados fundamentalmente a recuperar del 10.000 m.l. en pista de la semana pasada, una prueba extremadamente exigente. Así, martes y jueves, entrenamiento de fuerza, lunes 18 km muy suaves, martes 12 km suaves, miércoles 15 km en progresión rondando ritmos de 3´30¨, jueves de nuevo 12 km suave, y así el resto de la semana hasta la competición de hoy. Entrenamiento todos los días, aunque regulando la intensidad. Efectivamente, podría haber metido alguna serie, algo más fuerte, pero como ya he comentado en anteriores posts, ahora mismo lo que prima en mi entrenamiento es la continuidad en el mismo, dejando de lado arriesgar con entrenos intensos. Cada día estoy más convencido de que la mejor manera de conseguir el mejor rendimiento en atletismo es la continuidad, y hacer entrenamientos intensos únicamente en días concretos. El objetivo principal de todo plan de entrenamiento debería ser evitar la lesión, entrenar con inteligencia, y rendir con excelencia en la competición. En muchas ocasiones nos obsesionamos con entrenamientos extremadamente exigentes, poniendo nuestro cuerpo al filo de la lesión. Mi tiempo en la carrera de hoy ha sido 32´50¨, lejos de lo que estoy seguro que puedo hacer en los próximos meses. Pero considero que no es todavía el momento, he de seguir cumpliendo los plazos de adaptación, y de pensar más a largo plazo. De momento, entrenos muy controlados, con dos días de fuerza intensa y específica a la semana, e intentado rendir al 100% en competición. Próxima parada de nuevo a la pista, 5.000 m.l.