La calle 8 da mucho juego, y especialmente cuando quieres buscar buenas sensaciones, correr sin tocar el suelo, correr volando, a pesar de que el día, la hora o las circunstancias no acompañen. Correr por tartán tiene algo especial, porque el olor a tartán ¨pone y excita, motiva¨, y deja impulsar sin sentir el apoyo, con ritmos que sobre otras superficies serían difícilmente alcanzables. Mis mejores entrenamientos han sido siempre por la calle 8, y acompañados por excelentes resultados en competiciones, tanto en pista como en asfalto. En verano y en invierno la calle 8 es un lugar de visita obligada para impulsar sin esfuerzo. El pie y el tobillo hacen todo el trabajo, mientras el resto de la musculatura simplemente acompaña los altos ritmos impuestos y dependientes de los primeros.
Entrenamientos clave en distancias desde los 3.000 m a la media maratón son los siguientes:
- 6×500 m + 3 k (preparación para 3000 m)
- 10×400 m + 4 k (preparación para 5000 m)
- 8000 k + 1k (preparación para 10 k)
- 10.000 k + 2×1 k (preparación para 21 k)
El orden sí alta era el producto, y así, al contrario de lo que normalmente se hace, los 500 y 400 deben de preceder a los ritmos de 3 k y 4 k.
Los 500 m, 400 m, 1 k a ritmo de competición. Los 3 k, 4k ritmos ligeramente superiores a ritmo láctico, 8k y 10 k a ritmo láctico.
Correr implicar impulsar y utilizar musculatura pequeña, no la grande, ya que de lo contrario seremos poco eficientes tanto biomecánica como metabólicamente.