Entrenamiento y mejora del rendimiento

El principal objetivo del entrenamiento para un deportista de competición es sin ninguna duda mejorar el rendimiento deportivo. Sin embargo, es muy probable que no estemos todos de acuerdo sobre cómo debería ser la planificación para tal fin. Dicen que las primeras ideas son las mejores; bien, pues en la imagen de abajo se adjunta lo que salió, en 5 min de auto-brain storming.

Lo primero y más importante en todo proceso de entrenamiento debería ser determinar debilidades de la función muscular (pasos 1 y 2). Sin fuerza no hay carrera, y por lo tanto de nada serviría hacer el mejor plan sin una óptima materia prima, ¨sistema muscular eficiente y óptimo¨. Una vez identificadas las deficiencias musculares hemos de trabajarlas con un adecuado entrenamiento de fuerza (paso 3). Cualquier entrenamiento de fuerza no sirve, y ha de ser individual, específico, y enfocado a mejorar las deficiencias del sistema muscular. Lo débil hemos de hacerlo fuerte, y nunca lo fuerte más fuerte olvidándonos de lo débil. Para ello hemos de saber qué tenemos débil, y por supuesto saber cómo trabajarlo. Después y solo después de trabajar la fuerza enfocada a la mejorar de la función muscular podemos entonces expresar esa fuerza en el gesto deportivo (correr en nuestro caso), paso 4. Sería un tremendo error, y además es lo que sucede habitualmente, empezar con el paso 4, es decir correr, sin previamente trabajar la fuerza correctamente. Empezar por el paso 4 sin el paso 1 a 3 nos llevaría irremediablemente ya no solo a un rendimiento deportivo comprometido, sino que además a la gran temida lesión.

Corredores, atletas, populares y de élite, se puede decir más alto pero no más claro, un entrenamiento de carrera sin el adecuado entrenamiento de fuerza conlleva al rendimiento deportivo comprometido y a tarde o temprano a la lesión. Sin fuerza no hay carrera, sin fuerza no hay rendimiento, y sin fuerza no hay salud deportiva.

No hemos acabado aquí. A pesar de estar preparados ya para dar el salto a correr y competir, en cada entrenamiento intenso o competición se producen desajustes musculares que sí o sí nos obligan a volver a ajustar mediante pasos 1 a 3. Correr te hace más débil, sí más débil y no más fuerte, y la debilidad muscular producida por los entrenamientos de carrera y competiciones es mayor cuanto mayor sea la intensidad de la carrera. A más intensidad más desajustes, y más necesidad para volver a ajustar el sistema muscular mediante un entrenamiento de fuerza adecuado y enfocado con tal fin. Estimados lectores, ¿nos podemos imaginar un coche de carreras, carrera tras carrera, sin pasar por boxes para el ajuste pertinente? Nuestro cuerpo en todavía más complejo que un Fórmula 1, y solo si se produce un ajuste muscular adecuado y óptimo podremos soportar el estrés tan intenso que comentemos a cuerpo en cada competición o entrenamiento fuerte. Si no ajustamos nos lo cargaremos. Así, el entrenamiento o la competición siempre conlleva un desajuste muscular que implicar una desconexión neuromuscular (paso 5). Si nos obsesionamos con pasar de 5 a 4 sin volver a los pasos 1 a 3 antes de volver a meter intensidad de carrera el caos está asegurado. Solo un correcto entrenamiento de fuerza enfocado hacia una mejora continua del sistema muscular podrá llevarnos al éxito deportivo.

planificación del entrenamiento

Comparte:

Share on facebook
Share on twitter
Share on pinterest
Share on linkedin

Post Recientes:

Carrera

Fuerza

Lesiones

Formación

Luis del Águila

• Doctor en Fisiología.
  (Penn State University, USA).
• Fellowship.
  (Harvard Medical School, USA).
• Licenciado en Bioquímica. 
  (Universidad de Navarra, Pamplona)
• Recordman Nacional Master
• Medallista Internacional Master
• Campeón de España Master
• Campeón Regional Absolut
• Apasionado del Entrenamiento

Contacto