Existen casos de marcas espectaculares en edades por encima de los 40 años. Cuando hablamos de correr a edades tardías me viene a la mente el caso de Sergio Fernández Infestas, 32´20¨ en pista a la edad de 55 años. Pero no es el único caso, si bajamos a edades de 40 años en España tenemos otro fenómeno del atletismo, Juan A. Cuadrillero, 29´50¨ también realizados en pista, en categoría M40. Podría continuar dando ejemplos, y que claramente nos indican que se pueden correr mucho a edad tardía. Ahora bien, hemos de ser conscientes de que las marcas no salen por magia, sino que hemos de entrenar muy bien para conseguir buenos resultados, especialmente a esas edades. Sin embargo, muy bien no necesariamente implica entrenar más. Por lo tanto, no vale con seguir planes de entrenamiento estándar, iguales para todos. Es evidente, que la recuperación física y mental de un atleta de 30 años es mucho más rápida que la de otro de 45. Además, la situación social/familiar normalmente es más delicada a la hora de compaginar entrenamientos para el atleta veterano. Por estas razones, fisiológicas y sociales, los entrenamientos de atletas de edades tardías debería estar mucho más adaptado a su día a día. Invito a la reflexión, quizá entrenamos más de lo que debemos, y si entrenáramos menos pero mejor y de forma más controlada obtendríamos resultados mucho mejores.
Entrenamiento, herramienta para la mejora del rendimiento, pero solo si la intensidad es milimétricamente ajustada.
El entrenamiento es la herramienta que tenemos para mejorar no solo nuestro rendimiento, fundamentalmente a través de la adaptación generada en el músculo. Ahora bien,