Los isquios son músculos que actúan sobre dos articulaciones; por un lado tienen mecánica de flexión de rodilla, pero también son extensos de cadera. De esta manera, una correcta función muscular de los isquios durante la carrera es fundamental para evitar problemas de rodilla, pero también son críticos en la regulación de la pelvis.
A nivel de rodilla generan junto con el popliteo estabilidad posterior de rodilla, especialmente en la fase de impacto con el suelo durante la carrera. Debilidades en los isquios pueden generar un estrés excesivo en rodilla, dando lugar a medio plazo a lesiones de desgaste articular.
Con respecto a la cadera, y como consecuencia de la inserción de los isquios en tuberosidad isquiática de la pelvis, su función es fundamental para dar estabilidad pélvica durante la carrera. Una debilidad en isquios, o en otros extensos de cadera, como glúteo mayor, podría dar lugar a irritaciones tendinosas a nivel del isquión pélvico.
El trabajo de fuerza de los isquios es de gran importancia para asegurar el gesto correcto en la carrera, y una debilidad estos podría dar lugar ya no solo a rendimiento muscular comprometido, sino también a tensión excesiva de isquios.