Las cifras del deporte de la carrera a pie son escalofriantes, como lo son el porcentaje de corredores que se lesionan al menos una vez al año. Pocos son los corredores que terminan una temporada entera sin tener que parar por lesión. Datos para reflexionar, y que nos invitan al menos a la posibilidad de replantearse la forma de entrenamiento que llevamos haciendo desde épocas inmemoriales. Parece que más es siempre mejor, y lejos de conformarnos con correr carreras de 10 km, el boom del «running» nos lleva a correr maratones y ultras, sin estar preparado en la gran inmensa mayoría de los casos para ello. Cada día tengo más dudas de que correr, tal y como está siendo planteado, sea saludable. Si no cambiamos el concepto del running, y seguimos entrenando a todo lo que nuestro cuerpo pueda dar, en pocos años los corredores en España se verán abocados no solo a tener que dejar de correr, sino que además tendrán que convivir con dolores articulares difícilmente reversibles.
El replanteamiento del entrenamiento para el corredor es necesario, ya que de otra manera correr más que proporcionarnos salud dará lugar a debilitamientos y lesiones eternas. Son varios los problemas que podríamos intentar solucionar a la hora de planificar un entrenamiento;
- El objetivo prioritario debería ser no lesionar, y por lo tanto la salud. El éxito de un plan de entrenamiento no radica en la medalla, sino en poder encadenar años sin parones por lesión. La continuidad es el pilar angular del entrenamiento, y con la continuidad los éxitos llegarán sí o sí. De nada sirve ir al límite en los entrenamientos si cada 4 meses tenemos que parar. Cuerpo tenemos solo uno, y además es el nuestro, no el de otro; por lo tanto cuidémoslo.
- El entrenamiento de fuerza es el componente más importante dentro de un plan de entrenamiento. Al contrario de lo que se hace habitualmente, la fuerza es primordial, y prioritario frente al entrenamiento de carrera. Si no tenemos tiempo para entrenar, demos el tiempo que tenemos a preparar a nuestra musculatura para correr, más que correr sin estar preparado para ello. La excusa de no tengo tiempo para hacer fuerza, no sirve, especialmente cuando corremos casi todos los días. Quitar días de carrera para darlos al entrenamiento de fuerza es clave para el éxito del entrenamiento.
- La fuerza tal y como se está realizando ha de ser replanteada. Un porcentaje alto de lesiones vienen dadas no por la carrera, sino por realizar un trabajo de fuerza erróneo y lesivo. El trabajo de fuerza debe ser preciso, seguro y eficiente.
- Preciso. Fundamental trabajar las debilidades y carencias musculares de forma individual en cada corredor. El trabajo de fuerza sutil es clave. Las generalidades no sirven.
- Seguro. En el entrenamiento de fuerza el riesgo de lesión debe ser «cero». Es posible asumir riesgo de lesión en el entrenamiento de carrera, pero lo que es inadmisible es lesión en el trabajo de fuerza. Multisaltos, gradas, cuestas, aceleraciones en los gestos durante el levantamiento de pesos, y el «circo» montando alrededor del trabajo de fuerza debería ser eliminado.
- Eficiente porque si nos seguimos lesionando a pesar de estar trabajando la fuerza algo está fallando. La eficiencia del trabajo de fuerza no se mide con el rendimiento directo, sino en el resultado de no lesión. A partir de aquí, el resultado exitoso vendrá dado con la continuidad en el entrenamiento.
Correr ha sido siempre mi pasión, pero en ocasiones me preocupa ver corredores practicando nuestra pasión sin estar preparado para ello. Ritmos excesivos en los entrenamientos, falta de descanso, y sobre todo un adecuando entrenamiento de fuerza son claves para encauzar el deporte de la carrera a pie hacia la salud. Un entrenamiento sin continuidad, con lesiones recurrentes, y falta de fuerza precisa, segura y eficiente nos llevará irremediablemente hacia el debilitamiento muscular y articular. Deporte no siempre es salud, y especialmente en corredores veteranos, quienes sí o sí han de tener una especial sutileza en el entrenamiento.
Los profesionales del deporte hemos de trabajar de forma incansable para revertir los números escalofriantes de lesiones en el corredor. Correr es salud solo cuando entrenamos con el objetivo principal de no lesionar.
