Es muy posible que el «running» como vía para mejorar la salud esté equivocado tal y como está siendo planteado en España. Todos los domingos vemos a miles de corredores en innumerables carreras populares, y sin embargo, un alto porcentaje de ellos no están preparados físicamente para soportar el tremendo estrés muscular y articular implícito en la biomecánica de carrera. Es más, se está planteando correr como una vía saludable para mejorar la condición física de la persona. Sin embargo, nos encontramos con tremendas lesiones, que paradójicamente se van agravando con el paso de los años, en lugar de mejorar, hasta llegar a dejar secuelas físicas difícilmente recuperables.
Es un tremendo error aumentar el volumen e intensidad de entrenamiento de carrera sin tener un sistema muscular adaptado para ello. Los resultados están siendo evidentes, con un cifras alarmantes; casi el 100% de los corredores se lesionan al menos una vez al año.
Correr tal y como se está planteando no es saludable, sino todo lo contrario. Si no paramos este ritmo en pocos años tendremos corredores con lesiones prácticamente irrecuperables.
Al contrario de cómo está siendo planteado, lo que debe primar en cualquier planificación es el entrenamiento del sistema muscular, para tener el mayor número de recursos musculares disponibles en la carrera. Hacer planes de entrenamiento con la fuerza en un segundo plano, o incluso inexistente tiene como resultados rendimiento comprometido, lesión y en muchos casos secuelas físicas importantes.
Entrenar el sistema muscular va mucho más allá de hacer fortalecimiento de cuádriceps e isquios, sentadillas, «propiocepción», o similar. Entrenar la fuerza implica entrenar de forma analítica todos los recursos musculares necesarios para realizar correctamente el gesto biomecánica de la carrera. Es imposible correr si no somos capaces de flexional el dedo gordo del pie (sí el dedo gordo del pie), si no somos capaces de hacer una extensión de cadera desde el glúteo mayor sin que entren los isquios, sin no somos capaces de realizar una extensión de columna lumbar sin que entre el movimiento pélvico, o sin pies (sí el 95% de los corredores corren sin pies). Estamos corriendo a base de hacernos cada día más daño, y cuerpo solo tenemos uno. No es posible entrenar emulando entrenamientos de atletas de élite cuando tenemos más de 40 ó 50 años, con estrés laboral y responsabilidades familiares. Hemos de ser capaces de entrenar el sistema muscular de forma eficiente, y además adaptar la intensidad del entrenamiento a cada persona, ya que de otra manera nuestra vida deportiva como corredores tiene los días contados.
Sin fuerza no hay carrera; prima el entrenamiento del sistema muscular por encima del entrenamiento de carrera. Entrena la fuerza para poder correr de forma saludable, ajustando la intensidad para no lesionar, y solo de esta manera mejorarás el rendimiento y podrás correr durante muchos años.