Posiblemente desde el origen del entrenamiento se ha establecido que el «no pain no gain» es la base sobre la cual debe sustentarse el rendimiento del deportista. Este hecho es especialmente evidente, y preocupante, en el corredor no profesional, y además con una edad superior a los 40 años. Desafortunadamente, y centrándonos en el corredor popular, aunque igualmente podría extrapolarse al deportista profesional, pensamos que si no sufrimos al límite en el entrenamiento no lograremos el éxito en competición. Nada más lejos de la realidad.
«Desde que dejé de competir en los entrenamientos, empecé a competir mucho mejor en las competiciones» – Miguel del Pozo, corredor popular que en dos años consiguió bajar de 34´a 31´30″ en 10 km.
El objetivo del entrenamiento no es otro que preparar a nuestro organismo para rendir al máximo en competición. Sin embargo, la gran mayoría de los corredores populares piensan que «entrenar compitiendo» les llevará a mejores resultados en competición. Es muy probable, que entrenando ya no solo menos, sino la mitad de lo que se entrena habitualmente, se puedan llegar a lograr resultados nunca antes obtenidos e infinitamente mejores que entrenando el abecedario y hasta la extenuación.
Correr, correr, correr y solo correr. Efectivamente, uno de los grandes retos del corredor popular es ser consciente de que el entrenamiento no se basa únicamente en correr. Todos nos hemos enfrentado a la temida lesión, y desafortunadamente pocos corredores corren sin dolor. La gran mayoría de corredores corren y entrenan con dolor todos los días. En estos casos, el deporte más que salud es un calvario para ellos. Sin embargo, se siguen cometiendo los mismos errores, correr, correr y correr, solo correr.
«Desde hace poco más de un año me entrena Luis del Águila, que empecé a trabajar con él principalmente por el tema de la fuerza, ya que sufría muchas lesiones musculares y no entrenaba absolutamente nada en el gimnasio. Antes corría, corría y corría. Nada más. Desde noviembre de 2018 me entrena y he notado mejoría en el aspecto de las lesiones, ya que ya no sufro tanto muscularmente y además entreno con más cabeza. Por así decirlo, entreno menos ahora que antes, pero incluyo un día de fuerza muy específico en el que Luis está presente. Javier Hidalgo «Peluto», récord de España M50 en 10 km, 31´28″, Valencia 2020″.
El entrenamiento de fuerza es el pilar angular sobre el que se debe centrar el entrenamiento. Sin embargo, tenemos un gran problema, la esencial del entrenamiento de fuerza está prostituido, mal entendido, y erróneamente interpretado en el 99,9% de los corredores. Movimientos explosivos, a gran velocidad, poco controlados y con interpretaciones circenses, desencadena resultados contrarios a los esperados. Si el objetivo del entrenamiento de fuerza es preparar al sistema muscular para soportar el tremendo estrés del impacto de la carrera, entrenar la fuerza como si estuviéramos en el circo conlleva a generar más lesión, en lugar de prevenirla. La energía cinética (EC) es la energía que un objeto de masa m posee en movimiento. EC = ½ mV2. Según la fórmula de EC, un aumento del doble de la Velocidad de un objeto genera un aumento de cuatro veces su EC. El sistema músculo-esquelético tendría en este caso que necesitar cuatro veces más de fuerza para pararla que la primera a la mitad de velocidad. Se hace evidente el riesgo de lesión como consecuencia de un aumento de velocidad (aceleración) en el ROM de movimiento. En un sistema de palancas como ocurre en el cuerpo humano, con movimientos rotaciones en torno a la articulación, hemos de tener en cuenta además los momentos inerciales. En definitiva, hemos de pensar no tanto en cómo de rápido somos capaces de mover una carga, sino la fuerza que precisará el sistema para frenarla. Si fuésemos conscientes del estrés que supone para el sistema muscular un movimiento explosivo con una carga (sentadillas con salto, Press de banca a máxima velocidad, o cualquier movimiento balístico) nos asustaríamos. Recordemos además que la edad del corredor popular es habitualmente mayor de 40 años.
Dos mensajes;
- Más no es mejor. Muy probablemente entrenando la mitad de lo que habitualmente se entrena conseguiríamos mejores resultados. Sí, la mitad. El paradigma del «no pain no gain» no solo es cuestionado sino que debería ser eliminado de nuestro entrenamiento
- Correr, correr y solo correr. La esencia del entrenamiento de fuerza radica no solo en correr, sino en preparar el sistema muscular frente al tremendo estrés que supone el impacto. Ahora bien, entrenar la fuerza de cualquier manera no vale, ya que si no el resultado podría ser contrario al esperado.