Adaptación del entrenamiento con altas temperaturas

Las altas temperaturas tienen un impacto negativo en toda la fisiología de nuestro cuerpo. Además, como es obvio, nuestro rendimiento se ve afectado y comprometido con el calor. Por lo tanto, hemos de tener en cuenta que si tenemos que entrenar a temperaturas elevadas, no podemos pretender obtener el mismo rendimiento que en condiciones óptimas. Especialmente en deportes de resistencia, como es al atletismo en distancias superiores a los 5 km, entrenar y competir a temperaturas elevadas induce un aumento en ritmo cardíaco, sudor, temperatura corporal, y por supuesto malas sensaciones de rendimiento. Para poder ajustar nuestro entrenamiento a las altas temperaturas, es necesario conocer como la fisiología de nuestro cuerpo se ve afectada por elevadas temperaturas. El objetivo de esta de entrada de blog es explicar de forma sucinta cómo afectan las altas temperaturas a nuestro rendimiento, y de esta manera poder ajustar nuestro entrenamiento para una mejora adaptación a estas condiciones. La gran pregunta es cómo podemos adaptarnos al calor para poder seguir entrenando con cierta regularidad en el verano. Esto es especialmente importante para atletas que preparan sus competiciones de septiembre y octubre, ya que los meses de verano son cruciales para estar en condiciones óptimas de competición en el otoño.

A continuación veremos aplicaciones prácticas para la adaptación fisiológica en el entrenamiento con altas temperaturas. Estamos de acuerdo en que el entrenamiento con altas temperaturas tiene un efecto negativo en nuestro rendimiento. Ahora bien, qué podemos hacer para conseguir una adaptación en el entrenamiento con altas temperaturas, y por lo tanto poder entrenar con cierta normalidad. Es importante ser consciente de que el concepto de adaptación en el entrenamiento a altas temperaturas requiere diferentes sistemas fisiológicos, y no solo uno. De esta manera, algunos sistemas responden de forma rápida a las altas temperaturas, como por ejemplo un ritmo cardíaco (pulso). El pulso se adapta relativamente rápido, y requiere de 6-8 días de entrenamiento para una adaptación. Por el contrario, otros sistemas fisiológicos, como ratio de sudoración o niveles de electrolitos en el sudor, requieres más de 14 días de entrenamiento para la adaptación. Otros sistemas fisiológicos que requieren más tiempo de adaptación son confort térmico, volumen plasmático, o incluso temperatura corporal. Por lo tanto, hemos de ser conscientes de que necesitaremos al menos 14 días de entrenamiento con altas temperaturas para conseguir una adaptación adecuada. Por lo tanto, basado en estos datos, no sería apropiado pretender entrenar con normalidad antes de al menos 14 días de entrenamiento de adaptación con altas temperaturas.

Por lo tanto, hemos de tener precaución en los entrenamientos realizados con altas temperaturas, especialmente en el inicio del verano, ya que podríamos estar entrenando a intensidades más altas a las indicadas en nuestro nivel de rendimiento. Pretender entrenar a un nivel similar a condiciones normales durante los primeros 14 sesiones de entrenamiento de adaptación podría repercutir de forma negativa en la asimilación de los mismos.

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Luis del Águila

• Doctor en Fisiología.
  (Penn State University, USA).
• Fellowship.
  (Harvard Medical School, USA).
• Licenciado en Bioquímica. 
  (Universidad de Navarra, Pamplona)
• Recordman Nacional Master
• Medallista Internacional Master
• Campeón de España Master
• Campeón Regional Absolut
• Apasionado del Entrenamiento

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